Cliente llamando a despacho de abogados

Qué tipo de artículos interesan a los clientes de un bufete

El blog es una herramienta comercial, no una revista jurídica

Un blog de bufete no es un anuario doctrinal ni el boletín de un colegio profesional. En revistas y foros especializados resulta lógico recurrir a tecnicismos, análisis exhaustivos y citas jurisprudenciales extensas porque el lector es otro jurista con la misma formación. El blog corporativo cumple otra misión: atraer, orientar y convertir a personas y empresas que necesitan ayuda concreta. La diferencia no es de rigor, sino de enfoque. El blog debe traducir lo complejo al lenguaje del cliente, ordenar los conceptos clave, anticipar dudas frecuentes y proponer los siguientes pasos de forma clara.

Este planteamiento no rebaja a la profesión; al contrario, la pone en valor. Los abogados prestan un servicio social esencial: garantizan el acceso a la justicia, protegen derechos y dan seguridad a la vida económica y familiar. Un blog que explica con precisión accesible y evita la jerga innecesaria cumple también una función de educación jurídica que eleva la confianza pública en la abogacía. Por eso conviene medir cada texto por su utilidad para el ciudadano o la pyme que lo lee, no por la densidad de notas al pie.

Dos vías de llegada y un público prioritario

Los usuarios llegan al sitio del despacho por dos caminos. Primero, por Google. Este tráfico informativo es mayoritario, pero en el 99 % de los casos procede de fuera de la ciudad o provincia. Convertirá solo si el bufete ofrece un servicio hiperespecializado que se contrata a escala nacional (por ejemplo, nichos muy concretos de derecho de la competencia, privacidad o propiedad intelectual). En todos los demás supuestos, ese lector distante aporta visibilidad y autoridad, pero difícilmente será cliente.

La segunda vía son las redes sociales de la firma y de sus profesionales, las recomendaciones, la tarjeta entregada tras una reunión o cualquier acción local. Esas personas llegan a la web para “bichear” qué decís y cómo lo decís; pertenecen a vuestro entorno social y, con mucha probabilidad, a vuestra misma ciudad. Este es el público con mayor intención de contratar y, por tanto, el destinatario principal de los artículos. Escribimos para resolver las dudas que aparecen en el despacho cada semana: herencias, arrendamientos, reclamaciones de cantidad, familia, laboral, responsabilidad civil, licitaciones…

Nada perjudica más que un blog abandonado: transmite dejadez, como un escaparate sin renovar, con polvo y telarañas. Precisamente para evitar esa estampa existe el servicio de Comunika.es: calendario editorial, constancia en la publicación y una guía de estilo que mantiene el tono profesional del bufete. La web no debe parecer un folleto estático, sino un canal vivo que demuestra actualidad y criterio.

Contenidos que interesan: de la teoría a la decisión práctica

Al público no le interesa la definición académica de la nuda propiedad; quiere saber quién se queda la casa, qué puede alquilar, si puede vender su derecho o cuánto cuesta extinguir el usufructo. Por eso, los artículos de mayor impacto son eminentemente prácticos y están orientados a la toma de decisiones. Esto no impide aportar contexto jurídico ni citar la norma aplicable, pero el corazón del texto debe responder preguntas operativas: qué es, a quién afecta, qué opciones existen, qué documentos hacen falta, qué plazos corren y qué riesgos conviene evitar.

Algunas líneas editoriales que funcionan de forma consistente en bufetes locales:

  • Novedad con consecuencias: cambios procesales que alteren plazos, criterios recientes de Audiencias Provinciales que afecten a cláusulas de arras o desahucios, modificaciones en costas o tasas, novedades en incapacitación y apoyos. Siempre con un apartado “qué cambia para ti”.
  • Guías de decisión: “¿Reclamo por vicios ocultos o negocio una rebaja?”, “Divorcio de mutuo acuerdo vs. contencioso: tiempos, costes y efectos”, “Ocupación y tutela sumaria de la posesión: qué se puede pedir y cuándo”. Finalizar con checklists y pasos ordenados.
  • Preguntas frecuentes (FAQ) por áreas: familia, arrendamientos, sucesiones, laboral, mercantil. Respuestas breves y claras con enlace a artículos más amplios.
  • Mini casos resueltos (anonimizados): cuentan qué problema llegó, qué estrategia se siguió y qué resultados se obtuvieron. Aportan prueba social sin revelar datos.
  • Material descargable: plantillas orientativas (p. ej., inventario de bienes para herencia sencilla, listado de documentos para una reclamación laboral), siempre con el aviso de que requieren revisión profesional.

Tres recomendaciones de forma marcan la diferencia. Primera, redactar con lenguaje llano sin perder precisión; los latinismos y abreviaturas solo cuando aporten valor. Segunda, estructurar con subtítulos y bullets que faciliten el escaneo rápido desde el móvil. Tercera, incorporar llamadas a la acción discretas y útiles: solicitar una revisión de documentos, pedir una primera llamada de orientación o concertar cita presencial. El objetivo no es exhibir erudición, sino facilitar el siguiente paso.

Conclusión: orientar, no sentenciar; abrir la puerta a la consulta

Aunque el blog se centra en resolver problemas prácticos, conviene recordar que es una herramienta comercial integrada en una estrategia mayor. No se trata de publicar dictámenes cerrados ni de agotar cada cuestión; por dos motivos. Primero, no existe solución universal: cada asunto depende de hechos, documentos, plazos y circunstancias personales o empresariales que solo pueden valorarse con detalle. Segundo, el blog debe dejar siempre una puerta abierta para que, tras la lectura, el potencial cliente llame, envíe sus documentos y pida cita. Ese es, en última instancia, el propósito del canal.

Por experiencia, el rendimiento llega cuando hay método: un calendario editorial trimestral, equilibrio entre novedades, piezas de fondo y contenidos de temporada, coordinación con la página de Google Business Profile y con los perfiles de socios y asociados y una pauta de distribución constante en LinkedIn y newsletter. La medición cierra el círculo: tiempo de lectura, clics a contacto, solicitudes de llamada y, sobre todo, conversiones a cita. Con pequeños ajustes de tema, titular, estructura y CTA, el blog pasa de ser una sección decorativa a convertirse en un activo de captación.

En Comunika.es trabajamos para que eso ocurra. Redactamos con claridad y precisión, alineamos temas con la demanda local, cuidamos el tono del despacho y mantenemos la constancia que exige la comunicación profesional. Porque la abogacía no vende un producto: defiende derechos y aporta seguridad a personas y empresas. Un blog orientado a la decisión, sin barroquismo innecesario y con llamadas a la acción honestas, honra esa función social y convierte la web del bufete en lo que debe ser: un sitio que atrae, convence y conduce al contacto. Si el escaparate digital necesita orden y ritmo, aquí nos tienes para pasar de la improvisación a la planificación y de las buenas intenciones a un flujo estable de citas.

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