Cómo generamos artículos

Cómo generamos artículos rigurosos y comprensibles

Quién escribe y con qué método trabajamos

Nuestro principio de trabajo es sencillo: claridad, rigor y utilidad comercial. Todo artículo nace con una pregunta práctica del lector y termina con una respuesta accionable que refuerza tu posicionamiento como asesoría o despacho. Para conseguirlo hemos definido un proceso editorial estable que evita improvisaciones y que, sobre todo, respeta la forma en la que tú hablas a tus clientes.

El primer pilar es quién redacta. Los contenidos los elabora un licenciado en Derecho, ex abogado y propietario de una pequeña asesoría fiscal, laboral y contable. Eso significa que detrás de cada texto hay experiencia real en interpretar normas, aplicar criterios de la AEAT y la TGSS, preparar recursos o explicar un despido complicado a un cliente. Esta base práctica se nota en el enfoque: menos adorno y más contexto, menos doctrina vacía y más “qué implica esto para ti”.

El segundo pilar es el método. Partimos de un briefing breve que fija objetivo del artículo, público y llamada a la acción. Después definimos un esquema con fuentes oficiales y jurisprudencia cuando aporta claridad, establecemos la jerarquía de ideas y redactamos en lenguaje llano sin perder precisión. Finalmente, adaptamos el contenido a tu voz de marca: tratamiento de tú/usted, nivel de detalle, tono más cercano o más técnico y añadimos un disclaimer cuando procede para separar divulgación de asesoramiento personalizado.

El tercer pilar es la trazabilidad. Cada artículo queda documentado con qué norma cita, qué enlaces oficiales incluye y qué cambios legislativos podrían afectarle. De esta forma podemos actualizarlo con rapidez y mantener vigente el posicionamiento sin reescribir desde cero. El resultado son piezas que se entienden, posicionan y convierten sin exigirte horas de correcciones ni sesgos periodísticos que no encajan con tu actividad.

Cómo elegimos los temas: actualidad que importa de verdad

No publicamos por publicar. Elegimos temas que ya están en la mente del público porque han saltado a los medios o a la conversación profesional y que además tienen impacto real en autónomos, pymes o particulares. Esto incluye cambios normativos de alto perfil y también momentos del calendario en los que todo el mundo debe hacer algo con trascendencia fiscal o legal. ¿Ejemplos? Campaña de la Renta, cierres contables, subidas del SMI, modificación de bases de cotización de autónomos, nuevas bonificaciones, criterios de Hacienda sobre alquileres o una eventual nueva Ley de Hipotecas. Cuando la actualidad empuja, aprovechamos la ola para explicar con calma qué cambia y cómo te afecta.

También tratamos sucesos con trasfondo jurídico que alcanzan notoriedad pública. Si hay la liberación de un preso famoso, una sentencia de divorcio de una celebrity o un caso mediático con aristas civiles, penales o laborales, lo usamos como gancho para explicar principios legales con rigor y encajarlos en situaciones cotidianas. No hacemos prensa rosa ni opinamos de pasillo: extraemos la clave jurídica y la transformamos en guía útil para el lector que se pregunta qué pasaría en su caso.

La selección no es solo reactiva. Mantenemos un calendario editorial con piezas de fondo que posicionan durante años (pilares y clústeres) y con actualizaciones rápidas cuando el BOE, la DGT o el Supremo mueven ficha. Completamos la detección de temas con preguntas reales de clientes, consultas frecuentes y búsquedas que vemos crecer en nuestra analítica: si tus clientes lo preguntan, tu blog debe responderlo primero.

Todo lo anterior lo equilibramos con prudencia editorial: si una noticia es muy ruidosa pero apenas afecta a la práctica, preferimos un formato breve de “lo esencial en 5 puntos” antes que un tratado que nadie necesita. El objetivo es ahorrar tiempo al lector, evitar alarmismo y guiar hacia el siguiente paso: pedir una consulta o concertar una cita profesional si su asunto lo requiere.

Cómo lo hacemos comprensible y útil para captar clientes

La comprensión no es un adorno; es la condición para que el contenido venda. Por eso cuidamos tres capas. La primera es el lenguaje: evitamos tecnicismos cuando no aportan y, cuando son imprescindibles, los definimos en una línea. Sustituimos la jerga por verbos de acción y ejemplos concretos y usamos subtítulos claros que permiten escanear el artículo en segundos. Si el lector comprende, permanece y confía.

La segunda capa es la estructura. Empezamos con el problema que el lector reconoce (qué ha cambiado, qué plazo corre, qué riesgo existe), seguimos con la explicación principal y cerramos con qué debes hacer ahora. Insertamos ejemplos numéricos sencillos, cuadros de “ojo con esto” y listas cortas de documentación cuando procede. Si hablamos de deducciones en alquileres, verás un ejemplo con cifras y un aviso sobre incompatibilidades; si tratamos un despido, verás plazos y cálculo de indemnización explicados sin fórmulas opacas.

La tercera capa es orientación a conversión sin agresividad. Cada texto incluye una llamada a la acción coherente con su etapa del embudo: solicitar una revisión de IRPF, valorar una contratación, estudiar un convenio o reservar una primera consulta. Mantenemos siempre la frontera entre información general y asesoramiento individual. El lector sabe qué obtiene gratis y cuándo conviene que te llame.

Para rematar, aplicamos un control de accesibilidad y lectura fácil: frases limpias, párrafos que no se eternizan, tipografía y maquetación pensadas para móvil, enlaces solo a fuentes oficiales o de reconocida solvencia y datos que describen lo que el lector encontrará de verdad. Cuando el tema lo justifica, añadimos infografías o checklists descargables que convierten la explicación en herramienta práctica.

El resultado es un contenido que no espanta al lector con latinajos, que respeta la complejidad sin convertirla en jeroglífico y que deja claro el valor de contratarte. Y, por encima de todo, puedes estar tranquilo: no lo escribe un periodista genérico ajeno a tu realidad, lo escribe alguien que ha llevado clientes, calculado cuotas, preparado demandas y lidiado con inspecciones. Esa combinación de criterio profesional y edición clara es la que hace que tu blog genere confianza, mejore el posicionamiento y traiga clientes que llegan ya convencidos de que hablas su idioma.

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